![Joan PLANELLA RODRIGUEZ Joan PLANELLA RODRIGUEZ]()
PLANELLA I RODRIGUEZ, Joan (Barcelona, 1849 – 1910).
“La nena obrera”, 1882.
Óleo sobre lienzo.
Firmado y fechado en el ángulo inferior izquierdo.
Adjunta documentación.
Medidas: 179,5 x 140 cm; 197 x 156 cm (marco).
Exposiciones:
- “Barcelona 1900”, exposición celebrada en el Museo Van Gogh de Ámsterdam entre septiembre de 2007 y enero de 2008. Obra reproducida en el catálogo.
- “Catalunya en la España moderna. 1714-1983”, exposición celebrada entre mayo y junio de 1983 en el Centro Cultural de la Villa de Madrid y organizada por la Generalitat de Catalunya.
- “Catalunya, la fàbrica d’Espanya. Un segle d’industrialització catalana. 1833-1936”, exposición organizada por el Ayuntamiento de Barcelona en 1985. Obra reproducida en el catálogo.
- “La Llotja i l’economia catalana. Del Consolat de Mar a la Cambra de Comerç”, exposición organizada por la Cambra de Comerç, Indústria i Navegació de Barcelona en 1985. Obra reproducida en el catálogo.
- “Les Bases de Manresa. Cent anys de Catalanisme”, exposición organizada por la Generalitat de Catalunya en 1992.
- “Mil•lenari de Catalunya”, exposición celebrada en el Palau Robert de Barcelona entre diciembre de 1988 y enero de 1989, organizada por la Generalitat de Catalunya.
Publicaciones:
- Obra reproducida en la portada de los libros “Història de la literatura catalana” (Barcelona: Edicions 62 / Orbis, 1984), “Enfants au travail”, dirigido por R. Caly (Publicacions de l’Université de Provence, 2002) y el primer número de “Un siglo de Catalunya”, obra lanzada por “El Correo Catalán” en diciembre de 1977.
- Obra reproducida en los siguientes diarios y revistas: “La Vanguardia” (sábado 8 de febrero de 1989 y domingo 21 de junio de 1987), “Panorama Enka” (nº 30, 1986), “Muy Interesante” (nº 143, abril de 1993), “Horizontes” de Avensa (nº 36, 1992), “Historia y Vida” (nº 45) y “Época” (nº 632, abril de 1997).
“La nena obrera”
“La nena obrera” es un hito en la historia del arte catalán, la pintura más conocida de su autor, Joan Planella i Rodríguez, y uno de los iconos de la industrialización textil catalana del siglo XIX. Es una de las imágenes más emblemáticas para ilustrar lo que supuso el trabajo infantil en la industria textil y, en general, en toda la industria del siglo XIX. También conocida como “La petita obrera” o “La petita teixidora”, es sin duda la obra maestra de Planella. Existen dos versiones de esta obra, la original de 1882, que es la que aquí presentamos y la más popular y conocida, y una segunda pintada hacia 1885, casi desconocida hasta hace poco. Este cuadro, primera versión del tema, está fechado en 1882, si bien no se dio a conocer al público hasta dos años más tarde, en 1884. Parece que en un principio no se tituló como lo conocemos a día de hoy, sino que hacía uso de una cita bíblica en castellano situada en su marco original: “Y dijo Dios: Ganarás el pan con el sudor de tu rostro”. Esta primera versión de la pintura es la que tradicionalmente se ha reproducido en infinidad de publicaciones, especialmente a partir de la fotografía que Francesc Català-Roca hizo para el libro “Història de l’art català”. La historiografía consideró tradicionalmente que sólo existía esta versión, hasta que en diciembre de 2012 apareció una réplica en la casa de subastas barcelonesa Balclis, que fue adquirida por el Museu d’Història de Catalunya, donde el cuadro se ha convertido en un icono para ilustrar los males de la Revolución Industrial.
Como decíamos más arriba, el cuadro original de 1882 no fue presentado el público hasta 1884, año en que se mostró primero en la Sala Parés de Barcelona y poco después en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid. La obra causó impacto y admiración entre el público y la crítica especializada, causando diversos comentarios en la prensa, en general muy positivos. Se valoró que el pintor hubiera tenido la valentía de representar un tema contemporáneo, y también el hecho de que, aunque se trata de un tema de denuncia, Planella consigue hallar poesía donde fácilmente podía haber fracasado y caído en el feísmo. Se aplaudió el hecho de que hubiera alcanzando el difícil equilibrio entre modernidad y belleza, de una forma emotiva y sin olvidarse de aplicar una buena técnica. El año siguiente, 1885, el pintor presentó la segunda versión en la muestra celebrada por el Centre d’Aquarel•listes en el Museo de Martorell, y se inicia entonces la carrera internacional de ambos cuadros. En 1887 se expuso en el Salón de París, donde gozó de gran éxito; en 1888 en la Exposición Universal de Barcelona, donde consiguió primera medalla; en 1891, en la Internacional de Bellas Artes de Berlín (probablemente la original de 1884), donde le valió a Planella una medalla de oro de segunda clase; y finalmente, en 1893, en la Exposición Universal de Chicago (la réplica), donde se le concedió otra medalla y la obra fue adquirida por la Fall Festivities Association de Saint Louis, con destino al City Art Museum de dicha ciudad. Décadas más tarde, en 1845, el museo dio de baja la pintura y ésta fue vendida en subasta pública en Nueva York. Es ilustrativa de la recibida que tuvo “La nena obrera” la buena crítica que realizó Joan Brull en el diario “Joventut” el 10 de abril de 1902: “Figuró en nuestra Exposición Universal. El asunto no puede ser más sencillo: una niña anémica trabajando en un telar, pintada muy sencillamente. Ninguna novedad de técnica, nada de romper moldes; y no obstante este cuadro tan pequeño fue creciendo, el jurado se dio cuenta, después de seguir una marcha triunfal por diversas Exposiciones de Europa, y acabó por ser vendido en Chicago a un precio extraordinario”.
La obra original, la que aquí presentamos, ha sido mostrada a través de diversas exposiciones, entre ellas la titulada “Barcelona 1900” y celebrada en el Museo Van Gogh de Ámsterdam entre septiembre de 2007 y enero de 2008. Con motivo de dicha muestra, donde la pintura fue exhibida en la primera de las salas, “La nena obrera” fue mencionada en un artículo del diario “El País” (21 de septiembre de 2009), donde la pintura es calificada como “sobrecogedora”, y también en el que “La Vanguardia” dedicó a la muestra (21 de septiembre de 2009). “La nena obrera” es, como hemos mencionado, la obra más conocida de Planella y la que ha contribuido a vincularlo con el movimiento realista del siglo XIX. El resto de su producción aún hoy nos resulta bastante desconocida. Desde sus inicios como pintor en la década de 1870, Planella se interesó por captar la realidad más cercana a través de escenas costumbristas y de su tiempo. En la mayoría de ellas parece que se preocupó por los aspectos más cotidianos, a veces con recuerdos románticos, o sin poder evitar caer en el anecdotismo propio de la época. Pese a todo, algunos de estos cuadros nos llevan a pensar en un artista que quería retratar el día a día del proletariado. No obstante, desconocemos cuáles fueron sus intenciones a la hora de pintar estos temas, dado que no se conserva ningún testimonio de su pensamiento.
Joan Planella i Rodríguez
Joan Planella i Rodríguez perteneció a una destacada saga de artistas catalanes, por lo que no es de extrañar que comenzara su educación artística en La Llotja con tan sólo nueve años. En 1870, año de sus últimos estudios en dicha escuela barcelonesa, Planella participa por primera vez en una muestra, presentando un par de pinturas de tipo costumbrista. Inició así una fructífera y larga carrera expositiva, en la que destaca de forma especial su participación en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de Madrid, donde debutó en 1871 con “El día de San Baldomero”.
En 1875 esta carrera expositiva se ve interrumpida por el viaje del pintor a Roma, gracias a la Pensión Fortuny. Recorrió Italia pintando todo tipo de temas, y a su regreso a Barcelona entra como profesor en la Escuela de Bellas Artes de Sant Jordi, de la que más tarde sería nombrado catedrático. Será por estos años cuando retome su carrera expositiva, ampliándola especialmente en el extranjero. Será galardonado con tercera medalla en la Nacional de 1884 y con segunda en la de 1887, participará en el Salón de París de 1887 con su obra maestra, “La nena obrera”; en la de Bellas Artes de Munich de 1890, siendo galardonado con medalla de segunda clase; en la Exposición Internacional de Bellas Artes de Berlín de 1891, donde obtuvo medalla de oro de segunda clase; y en la Universal de Chicago de 1893, donde fue de nuevo premiado. Asimismo, PLanella estuvo muy vinculado al Centre d’Aquarel•listes, posteriormente convertido en Cercle Artístic, del que fue presidente en 1884-85.
Actualmente Planella está representado en el Museo del Prado, la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi, el Museu d’Història de Catalunya, el MNAC y el Museu Municipal de Nàutica del Masnou, entre otras colecciones públicas y privadas.
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